Desesperada

domingo, 31 de julio de 2011

Desesperada. Enjuaga sus lágrimas con rabia, como una niña pequeña que ni en su madre puede hallar consuelo. Desconsolada porque, por más que da vueltas, su repentina ansiedad no la deja encontrar en su cama algo que no sea más que una incesante soledad nocturna. Ahora es cuando realmente sabe qué es echar de menos eso que una vez formó parte de ella, algo que no sólo fue una mera ilusión. Con suma impotencia, anhela unos brazos que la protejan del frío que ahora siente. Cambia el grito desesperado por un ahogado llanto, dejando callado su amargo desencanto.

Añora su adorado y dulce olor, aunque duda de que la suave brisa de la noche se lo pueda devolver. Sabe que el dueño de ese olor no la echará de menos esta noche, pero eso no importa, sobre todo si ese alguien se trata del mayor acierto cometido en su historia. Ése es un pensamiento que invade su mente, con cierta resignación… La resignación que se siente al saber que nadie más podría oírla, que nadie más debería saberlo. 

Y es que ahora le queman por dentro todos esos abrazos que prefirió guardar para su imaginación, o aquellos besos que tanto anhelaba en sueños. Todo queda para sí, esperando el día en el que todo vuelva a ser como ella tanto espera, cuando nada deje a expensas de su imaginación.

Esta noche dejará de sufrir por un instante, volviendo a ser feliz, aunque sólo sea fruto de esas historias que sólo ella vive en sus sueños. 

Porque esta noche… sólo ha sido una mala noche.

No hay comentarios:

By WO Designs. Con la tecnología de Blogger.