Lo más importante es no amargarse ante las decepciones de la vida. Aprender a dejar ir el pasado. Y reconocer que todos los días no serán soleados, y que cuando te encuentres perdido en la oscuridad y la desesperación recuerdes que sólo en la oscuridad de la noche puedes ver las estrellas.
Porque, a veces, para conseguir llegar a la luz, hay que arriesgarse en la oscuridad.
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