Una broma llamada tú

domingo, 28 de diciembre de 2014

Quizás un te echo de menos normalmente no suene tan doloroso como esta noche. Quizás todos los días lleven tu nombre, pero sólo hoy lleva el nuestro. Porque hoy se cumplen cuatro años de la broma más verdadera del mundo.

Me gustaría recordarte cada momento que he sido feliz a tu lado, aunque posiblemente me faltarían años para enumerarlos todos. Me gustaría hablar de nosotros, anhelo contar nuestra historia. Me encantaría mostrar que somos únicos, que Granada nos alhambra a nuestro paso, que la magia nace en el momento en el que nos miramos. Porque lo importante no será lo que veamos en televisión, para mí lo será que me abraces junto a ti tras un frío y duro día. Porque cuando nos besamos se detiene el tiempo, e incluso las estrellas nos envidian al pasar. 

Mirar juntos al horizonte, imaginando que nuestra meta está mucho más allá. 

La vida debería ser siempre así. El problema es que, en ocasiones, olvidamos lo maravilloso que es ese camino.


Cuando te pregunten por mí, recuerda nuestras historias, compartidas por cada uno de los rincones que hemos visitado. Contemplando miles de luces de esas ciudades que nos han llevado de la mano. Escondiendo besos en lo más profundo de nuestras miradas. Porque en cada historia hay miles de palabras calladas, pensamientos compartidos a base de constancia y besos que siguen flotando en lo más alto de esta habitación.

Porque todos esos serán los momentos que yo recuerde. Tu amor, mi vida. Porque nuestro vínculo es mucho más inmenso que una vida.

En este momento no hay mayor dolor que el no poder compartir este momento a tu lado. Quiero cerrar los ojos y pensar en nosotros, que mis lágrimas hablen de todos esos momentos que reímos hasta quedarnos sin aliento, que gritamos tan alto hasta sobrarnos los motivos, acabando por cogernos de la mano y huyendo de los problemas que ahora mismo me gustaría dejar atrás.

Gracias por seguir un año más arropándome, por quererme más que el primer día y por dejar atrás los malos momentos. Dicen los sabios que los más grandes logros acaban por sufrir grandes caídas, pero cada una de ellas nos hace más fuertes, como fuerte es nuestra relación. Porque el fin a cualquier tempestad lo compondrá el perdón, el saber aceptar tal y como es a esa persona que, a pesar de cualquier cosa, te respeta, te admira, te ama y está ahí, justo a tu lado.

Aunque a veces la memoria sea traicionera y pienses que olvida lo bueno y recuerda lo malo, te aseguro que, cuando me preguntan por ti, es como siguiera viviendo un sueño, una broma. Porque son tantos momentos felices que ni empeñándome conseguiría olvidarlos. Porque sólo quiero ser feliz si es contigo. Porque, cuando escribas nuestra historia, cuando narres todo lo que sucedió, recuerda lo que soy contigo. Lo que somos juntos.

Porque todos esos serán los momentos que yo recuerde. Quiero mil inviernos más contigo, porque me dan igual las primaveras si son sin ti. Hasta el fin, si es que existe. Porque nuestro vínculo es mucho más inmenso que una vida.

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