Maquiavélico

miércoles, 21 de enero de 2009

Hace tanto no lo veía. No hablaba con él. No sabía de su vida. Hace tanto le extrañaba. Hace tanto que lo venía negando. Quizá él ya la hubiese olvidado. Deseaba que no. Deseaba, que al igual que ella, él recordara cada momento que habían compartido. Sabía bien que lo más probable era que él siquiera los recordase. Y eso, con lo susceptible que estaba, le daba mucha angustia. Lo imaginaba a él. Se imaginaba a ella. Imaginaba a ellos.



No quiso recordar aquella mañana en que lo había visto marchar. Algo escuchó romperse, aunque en ese momento, era algo que ninguno podía percibir. Fue ese preciso instante cuando un solo pensamiento la rondaba. No era la primera vez que algo le recorría su cuerpo al verlo marchar, pero esa vez sabía que sería [o tal vez no] la última. Fue el comienzo de su constante desfallecimiento. [...]


Él no había sido su primer amor, pero había sido el más distinto de todos. Él le había enseñado aquel mundo que no muchos pueden ser capaces de conocer. Él había hecho de cada día, un momento a recordar. De cada momento, un recuerdo a no olvidar. Fundamentalmente, le había enseñado cosas que nunca olvidaría.


Y eso, por mucho dolor que le producía, no lo quería olvidar.


A veces, cuando lo recordaba, una lágrima furtiva brotaba en sus ojos. Y más de un recuerdo parecía borroso. Su piel parecía erizarse, se estremecía de una forma que muy poca gente podía provocarle. Cada vez que pensaba en él, los latidos de su corazón latían con muchísima más intensidad. No comprendía por qué, al fin y al cabo, era una persona más. Al igual que ella para él…


No había visto aquel brillo en ningunos ojos, que no fuera en los suyos. Simplemente había química, la cual surgía con el simple cruce de un par de miradas.


Desde aquel día gris, en que se había marchado, soñaba con volver a verlo. Soñaba con revivir aquellos dos años, y traerlos de vuelta a su presente.


A menudo deseaba que él estuviera allí, para abrazarla y no dejarla caer; para animarla en los peores momentos que había pasado desde su ausencia; para aliviar su angustia, para saber que todavía la recordaba...










Lo sentía. Sentía aquel tacto sin tocarla. Cómo con sólo mirarlo la hacía estremecer de una forma impensable.


Era algo impensable, imposible de ocurrir. Un momento demasiado perfecto para ser verdad, debido a sus incontables y desafortunadas circunstancias.


Pero la hacía soñar. Volvía a la vida y sonreía, como hacía tiempo no lo hacía...


Sigue sin entenderlo, pero a menudo ella sueña con él. Con el día en que lo vuelva a ver.


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He aquí el texto tan esperado xD Maquiavélico, sí señor. Pero pienso que como cosa lo vale, aunque no quita que siga siendo maquiavélico, surrealista, raro… llámalo x.

Estas semanas se me están pasando muy rápido. Por eso que ni he sido consciente del tiempo que he tardado en actualizar [bueno, en eso no soy la única ¬¬ xD] Dicen que si se te hacen cortas las semanas es bueno, eso demuestra que las estás disfrutando. Pero no sé, lo malo es que el tiempo no espera y cada día va quedando menos para que llegue… todo. No quiero que acabe esta etapa, aunque en parte me gustaría saber qué pasará tarde o temprano. No estoy plenamente feliz, pero eso a quién le importa; total, la ignorancia te quita de muchos problemas.

Supongo que el tiempo, además de curar, lo dice todo…

No estoy pesimista, sólo algo cansada. Cada día esperando lo mismo, un algo que me alegra por instantes. Cuando pasan, vuelvo a la cruda realidad, mientras estoy sentada escuchando una bella melodía.

Ojala que pase algo nuevo, diferente, que llegue un día de esos míticos, de los míos. Llegarán, pronto llegarán, estoy segura.

Estas malas rachas son muy malas, valga la redundancia. Vendrán tiempos aún mejores para todos, que ya nos toca. Y si no, ya me encargaré yo. Que aquí está la maquiavélica para maquiavelicar xD

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