Escalones que subir, metas por alzancar y un sueño para revivir. Tiempo para cumplir todo eso, junto al resto de vida que nos quede. Porque, pese a todas las dificultades que se presenten, aquí estoy. Porque quiero, puedo y sé.
Aquí estaremos. En el peligro y en la quietud, en la soledad de la muchedumbre. En la vida y en la muerte... porque no moriremos solos.
Estoy convencida de que este tiempo, tan cerca y a la vez tan lejos de un lugar parecido a un hogar, solamente servirá para sentirnos más seguros el uno del otro. Una prueba que demuestra unos lazos inquebrantables. Todo un reencuentro de película, si es que nuestra vida no lo ha sido ya.
Porque te esperaré. Y sabré que nuestro amor es eterno, e infinitamente hermoso.
Como tú.
1 comentario:
Muy bonito y muy cierto.
Besos!
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