Queridos Reyes Magos...

viernes, 6 de enero de 2012

No sé si este año he sido buena o no, si me merezco carbón o si, por el contrario, me he ganado todo lo que 2011 ha conseguido traer... será que ni yo misma sé valorarme. 

Empecé el año con un sinfín de dudas, con demasiadas ilusiones en mente y con proyectos que aún hoy siguen conmigo. No os pedí nada material, que luego la mayoría sólo acaban en recuerdo. Por eso, para este 2012, os vuelvo a pedir que la felicidad vuelva, sobre todo a casa, porque hace ya tiempo que se marchó de ella.
 
Tampoco quiero perder la ilusión, y ni, por supuesto, que él la pierda. Por favor, que ni el miedo ni sus sombras me vuelvan a ganar esta partida. Porque sé que soy muy débil, que las inseguridades y las decepciones me vencen, y que él no se merece ese huraño comportamiento que tengo a veces. Pero eso quiero mantenerlo en el pasado, no quiero que eso nos influya a partir de ahora... no sería justo. 

Este 2011 también me ha servido para comenzar a dar importancia a personas que lo merecían... o no. Por desgracia, he conocido el odio, el rencor, los celos y las injusticias. Quién sabe si justificados o no, sólo sé que todos ellos han sido acordes a cada momento que he tenido que vivir. Aunque espero que me brindéis las fuerzas suficientes para poder soportar otros momentos como esos, ya que, seguramente, se vuelvan a repetir.

Porque hay muchos problemas aún por solucionar, los cuales, a veces, no está en nuestra mano arreglarlos. Sólo el tiempo será el que pueda ayudar… no pierdo la ilusión en creerlo.

Sin embargo, en esta carta no quiero seguir destacando los malos momentos vividos en este año, ya que, al fin y al cabo, han sido mucho menores que todos los bellos que 2011 ha traído. Gracias, en definitiva, a una persona muy especial... la más especial e importante que tengo. Quizás, a veces, no se lo he demostrado lo suficiente, y es por eso que espero que le podáis hacer llegar esta noche lo mucho que significa para mí... y todo lo que le amo. En su compañía he disfrutado de cada segundo, y cada instante a su lado ha sido el más maravilloso del mundo. Y todo, en una preciosa ciudad de la que deseo no separarme nunca... ni de él.

Por eso, sólo tengo palabras de agradecimiento por este gran regalo, por esa persona que habéis puesto en mi camino y sin la que ahora ya no podría vivir. No quiero pediros nada más por ahora, salvo que podamos compartir, al menos, todo el tiempo del mundo... y sentirme a su lado como una de aquellas princesas que os pedía cada año. Al fin y al cabo, 6 de enero sólo es un día... tenéis todo un 2012 para hacerlo realidad.

Y es que si hay algo que me habéis podido enseñar hasta ahora es que nunca es tarde para volver a empezar, que nada es imposible y que todo puede ocurrir, hasta lo más impredecible. 

No sé si este año he sido buena o no, si me merezco carbón o si... Tranquilos, no me enfadaré si no me traéis nada. Porque ya lo tengo todo... porque ya nada importa si le tengo a mi lado.

Gracias por todo.

MB

1 comentario:

Unknown dijo...

Una carta sin duda preciosa. Y unos sentimientos reflejados en ella más preciosos aún.

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