No sé si fue el destino el que me trajo hasta aquí, dejando atrás los mejores veinte meses de mi vida. No sé si fue gracias a ese cielo estrellado que pronto volveremos a compartir, a una tierra donde todo surge de forma mágica, o a esa casualidad que nos hizo querer cada día un poquito más.
Simplemente fuiste tú, sin mayor explicación. Poco a poco decidí que fueras tú el que cogiera mi mano y supiera guiarme en este camino. Me di cuenta de que no podía existir una persona mejor para ocupar ese hueco, esa mitad que hoy día ya te corresponde. Y no hay más razón que la de caer rendida ante la evidencia, ante la habilidad que tienes para enamorarme cada día. Una locura que, pase lo que pase, sigue sonando demasiado bien.
Y tendrás que perdonarme cada día, al igual que espero que no dejes nunca de quererme; al menos, durante todo el tiempo que has estado ahí, que ha sido siempre.
Gracias, por todo. Por días sin final, por noches llenas de sueños. Por estos meses llenos de magia. Y, sin duda, abrazaré mis sueños en esta cálida noche de 28, esperando al día de nuestro reencuentro para formar parte de ellos.
1 comentario:
Me ha gustado ^^
[Poco más puedo decir la verdad].
¡Un abrazo! =)
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