Fuimos sólo luz, sin argumentos. Locos pareciendo cuerdos. Me convertí en esas cosas que no quería decirte, rodeadas de palabras que no lograban salir.
Pero aún quedan asuntos pendientes, siendo pedazos de ansiedad que a veces muerden. Tal vez no quedará más remedio que arder, convirtiendo en humo nuestra fe. Aunque, por si las dudas, seguiré aquí, imaginándome sin ti.
Como idiotas. La misma historia otra vez. Una señorita rock and roll frente a un perfecto doctor desastre.
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