Y es que hoy, como otros tantos días, me dio por pensar. Hay mucha gente que con mi edad ha vivido muchas más cosas que yo. A lo mejor por mi carácter o por mi yo externo, no sé lo que es tener a esa persona al lado que te complemente. Sé que nunca he demostrado tener esa necesidad de sentirme querida de una forma nueva, pero desde mi cumpleaños me he estoy dando cuenta de que me queda sólo un año aquí y que si no aprovecho muchas cosas, puede que no vuelvan. Por algo dicen que ésta edad nunca se olvida…
Con esto no pretendo reprochar nada, ya que soy yo quien ha elegido lo que hacer en cada momento.
Lo he pasado mal en dos ocasiones, y esta tercera no va precisamente la vencida… No quiero mirar atrás, pero me hubiera gustado tener esa sensación nueva en alguna de ellas, como la mayoría de gente que conozco. Hoy empecé a recordar a una de esas tres personas, puede porque hoy es 29, y que esa situación no fue muy distinta a cómo me siento ahora. Bueno, la verdad es que fue menos intensa.
Por otra parte, tengo vértigo. Vértigo de saber que veo lejos el olvido, que no en mucho tiempo no estaré aquí como ahora y que me encontraré sola al principio en un lugar extraño. Y temo que ese vértigo se convierta en miedo, por llegar a echar de menos cosas que no llegué a hacer.
Ojalá que en este año ocurran cosas maravillosas, sobre todo a los que me rodean.