Siempre me equivoqué contigo.
Buscábamos cosas distintas. Pensabas que aspiraba a lo máximo, cuando la única certeza que recuerdo era sentirme pequeña a tu lado.
Cuánto me arrepiento.
Sentiste miedo al confesarme que era quien mejor te conocía. Yo sentí tu indiferencia antes de que te dieras cuenta.
Preferiste ser una fantasía que me encontrara cada noche. Yo simplemente buscaba alguien con quien poder desayunar.
Y, de nuevo, me extrañas. Aun cuando el extraño eres tú. El que cree que con volver hará que yo quiera volver. Equivalente error a cuando creí que con querer iba a conseguir que me quisieras.
El tiempo nos dio la vuelta. Mientras crees buscarme, hoy siento lo que tú me dabas.
Porque el error no siempre estuvo en nosotros, sino en la forma de sentirnos.
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