Feliz 2013

lunes, 31 de diciembre de 2012

Quizás esta noche no quiera pensar. Porque es injusto que, por culpa de factores ajenos, quiera que se marche este año cuanto antes, porque ha sido uno de los mejores de mi vida. Porque estoy cansada de que pase otra Navidad peor que la anterior, con las mismas sombras y los mismos tapujos de siempre. Porque todo ello ensombrece lo maravilloso que ha sido este 2012, y eso me molesta. 

Porque gracias a este año he podido desengañarme de mucha gente, al igual que he estrechado lazos inquebrantables con otras personas. Y eso es lo que quiero llevarme, lo bueno. Porque lo malo lo voy a enterrar, de la gente estoy ya harta y voy a vivir por mí y para mí, junto a la persona que más quiero y quien me quiera acompañar. 

Porque llega un punto en el que, si no estás satisfecho, la familia la creas tú mismo, y no porque te llegue impuesta de arriba. Que ya estoy harta de aparentar y solamente aparentar. Ojalá pudiera mandarlo todo al olvido e irme muy lejos, sin que nadie pudiera entrometerse en mi vida o en mis planes.

Y espero que este 2013 me dé un pequeño impulso, ya que todo eso, por desgracia, no ocurrirá de un día para otro. Sí, deberé dejar de ser cobarde. 

Feliz 2013 a aquel que se lo merezca, a aquel se lo haya merecido durante 2012.

Somos dos

viernes, 28 de diciembre de 2012

Nada te arrancará de mí... nadie podrá arrancarte de mis pensamientos. Aunque el sol deje de entregarse a una tarde ardiente de verano. Aunque las flores dejen de renacer en primavera, y las hojas de morir en la soledad del otoño. Nada te arrancará de mí.

Tal vez el viento nos arrastre hacia un mar de esperanza, y bañe esta playa hundida en batallas. Quizás hoy no toques mis manos, ni acaricies mi pelo esta noche, ni siquiera podremos darnos un abrazo, pero será mi alma la que atraviese tu frontera, y estará en aquel lugar donde nos encontramos por primera vez. Para sonreír, amarnos, y todo aquello que sea mutuo. 

Y es que jamás te sacaré de mis pensamientos. Pasearás triunfante en mi memoria y nada hará que cambie mi forma de querer. Te amaré hasta el amanecer, hasta dejarte sin aliento, hasta recorrer tu piel con caricias y borrarla con mis besos. Porque nada te arrancará de mí.

Pero si tú decides arrancarme de ti, y sólo quieras recordarme de tanto en cuando, en mí no encontrarías odio, porque quizás seas tú la única persona a la que jamás llegaría a odiar. Porque, si tú me dejas, ya no seré yo. Quizás sea el rocío suave de una rosa, el alba de tu mañana, esa gota de lluvia que te roza una tarde cualquiera, o, tal vez, puedas encontrarme en la efímera sonrisa de una pareja de enamorados.

Pero, en todo caso, dejaría de ser quien soy. Porque no me imagino un futuro sin ti, ni quiero hacerlo. Porque nada de lo que nos ha llevado hasta aquí ha sido un error, ni siquiera una desgracia, aunque a simple vista lo parezca. Todos estos meses que me has brindado, me has soportado y me has comprendido, han servido para no querer arrancarte de mí, para estar al lado de una persona tan maravillosa como tú. Quizás nunca sepa devolverte todo lo que has cedido, ni cada gesto, ni cada palabra. Pero quiero hacerte saber que en tu ausencia seguiré anhelando tu forma de arroparme cada mañana, y de besarme en la mejilla como si fuera la primera vez, nunca la última. 
Hoy, por segunda vez, cumplimos otro 28. Un día indescriptible, de esos que todavía me siguen llenando de emoción. Pero los números se quedan atrás, lo importante es lo vivido. Por eso, ¿podrás perdonar cada día de imperfección? ¿Amarla como si de la más inocente virtud se tratara? Por muchas sombras que nos persigan, lograremos esquivarlas si nuestras manos no soltamos. 

Seré luz en tu incertidumbre, serenidad en tu rabia, pasión en tu intimidad. Tu cielo, el que me entregues. Tu amor, mi vida. Porque nada te arrancará de mí.

Dicen los sabios que los más grandes logros acaban por sufrir grandes caídas, pero cada una de ellas nos hace más fuertes, como fuerte es nuestra relación. Porque el fin a cualquier tempestad lo compondrá el perdón, el saber aceptar tal y como es a esa persona que, a pesar de cualquier cosa, te respeta, te admira, te ama y está ahí, justo a tu lado.

Te amo, por dos.

Yo te traigo... veinte años

martes, 25 de diciembre de 2012

Veinte años nos bebimos de un solo trago, compartiendo las emociones. Cuántas cosas que amontonar...
 
Veinte años. Somos vidas que se tocaron casualmente. Ni pensamos que tu letra podría acariciar. Caminamos sin darle descanso al labio, y dejamos pasar el tiempo y el ruido de la incertidumbre cuando algo nuevo va a sonar.

Y es que nuestro amor es a prueba de balas y se crece con las batallas.

Yo te traigo los recuerdos que tú y yo creamos, emociones que tengo a fuego en mí por ti. Lo que aprendí, lo que soñé, las veinte vueltas que le dimos a este sol.

Yo te traigo, por si olvidas que nos contamos, el que el tiempo me haya borrado de mis versos un millón. Ya no hay nada que me quite ese sabor.

Veinte años, veinte años junto a ti.
 
Veinte años en la música yo te traigo. Soy el marco, tú eres el cuadro, y no pinta más que tu voz. Sin dudarlo, para qué vale tanto escenario, tantos ojos si no miramos, tantas manos, tanta canción.
 
Y es lo que te traigo, el regalo de aniversario. El principio, lo que juramos. Mi canción y mi voz tan ronca como es nuestro amor. Nuestro amor que es a prueba de balas... y que hace tanto que me dispara.
 
Yo te traigo de regalo de aniversario esas cosas que nunca dije y que te debo, corazón, como que es por ti por quien resiste mi pasión. No te traigo ni flamantes vestidos caros, nada más que esta simple melodía y esta voz, y una caricia para tus letras que aún me llenan de emoción.
Veinte años.



Alejandro Sanz - Yo te traigo... veinte años

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