Una ilusión nunca se puede olvidar, al igual que una promesa
no se debe romper. El momento perfecto jamás existió, porque el tiempo
es demasiado efímero; y es que, ¿alguien me asegura que un hoy sea mejor
que un mañana? Son nuestros actos, nuestras decisiones, los que
convierten un instante en un recuerdo. Por eso no dejaré para mañana un
te quiero, porque prefiero hacer de este preciso instante un recuerdo. Y
así, todos los días de mi vida. Y es que no hay nada que más desee en
el mundo que vivir
todos esos momentos contigo. Y ser dos nostálgicos que recuerden esta
vida cuando nada más les quede.
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