Esbozo de aquello que surgió

viernes, 19 de octubre de 2012

Una ilusión nunca se puede olvidar, al igual que una promesa no se debe romper. El momento perfecto jamás existió, porque el tiempo es demasiado efímero; y es que, ¿alguien me asegura que un hoy sea mejor que un mañana? Son nuestros actos, nuestras decisiones, los que convierten un instante en un recuerdo. Por eso no dejaré para mañana un te quiero, porque prefiero hacer de este preciso instante un recuerdo. Y así, todos los días de mi vida. Y es que no hay nada que más desee en el mundo que vivir todos esos momentos contigo. Y ser dos nostálgicos que recuerden esta vida cuando nada más les quede.

El frío modifica la trayectoria de los peces

jueves, 4 de octubre de 2012

Se habían conocido once años atrás. Simon, psicoanalista, recibió a Michel en su diván. Michel había iniciado una terapia por un malestar que no conseguía explicarse. Vivía mal su papel de padre y esposo. Quería a su único hijo de dieciocho años. Quería a su mujer, con la que llevaba veinticinco años casado, pero algo no funcionaba. No se sentía bien, como si no fuera realmente él. Sólo su trabajo en Météo Canada le hacía feliz. Era especialista en huracanes y trabajaba sobre una matriz que permitiría determinar con precisión la trayectoria de estos depredadores naturales. Simon también estaba casado y tenía dos hijas de dieciséis y diecinueve años.

Con el paso descubrieron afinidades. Simon sabía que nunca hay que intimar con un paciente. Pero cuanto más se confiaba Michel, más le comprendía Simon. Les gustaban las mismas cosas. Empezaron a desear compartirlas. Sencillamente, estaban bien juntos. Poco a poco llegaron a sentirse mal si pasaban demasiado tiempo alejados el uno del otro. 

-Michel, tengo dos entradas para Alain Lefèvre con la Orquesta Sinfónica de Montreal. Normalmente no debería salir con un paciente, pero es en la Place-des-Arts, a dos pasos...

No se contentaron con dos pasos. Se divorciaron al mismo tiempo. Las dos familias se lo tomaron muy mal. Sobre todo la de Simon, que era judío. El Colegio de Psicoanalistas de Quebec jamás supo que vivía con un antiguo paciente. Él no había querido por nada del mundo que se supiera. Cuando Simon sacaba a Pipo, Michel se quedaba en casa cocinando. Decidieron vivir su felicidad aislados del mundo, para saborearla mejor.

El ritmo de la música aumentó, de moderato pasó a alegro. La mano de Simon se deslizó para coger la de Michel.

Se aman.



El frío modifica la trayectoria de los peces 
Pierre Szalowski




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