Recuerdos de una vida quizá mejor

lunes, 19 de septiembre de 2011

«Don’t forget me, I beg, I remember you said:
   “Sometimes it lasts in love, but sometimes it hurts instead
»

A veces te pones a pensar cómo hubiera sido tu vida sin cambios, sin sufrimiento, sin algo que no estuviera dentro de la normalidad. Supongo, entonces, que éso no hubiera sido vida. Sin cambio, no hay evolución. Y qué mayor objetivo tenemos más que el de avanzar, el de llevar en el corazón ese niño que un buen día fuimos para convertirnos en ese otro alguien que cuidará del nuestro. En solitario o, por el contrario, con compañía, que eso siempre ayuda. 

Recordaremos lo que fuimos, aceptando que nada será igual. Que esos años en los que podías volar con sólo usar la imaginación quedan hoy más lejos que nunca. Resulta inútil pensar en lo que pudo haber sido, en lo que un día pudiste llegar a hacer y, sin embargo, más te pudo la cobardía. Porque, si ahora estamos aquí, precisamente es por todo aquello que fuimos apartando de nuestro camino. 

Te veo tan perdida que apenas logro reaccionar. Supiste decir adiós tantas veces que hoy te queman sus palabras de despedida. Lloras anhelando tu pasado, con todo lo que te condenó, sin saber que el futuro, ese que también añoras, lo tienes aquí a tu lado.

Y lo sé, sé que cuesta mirar hacia adelante si para ello vuelves a buscarte en el pasado. Si al encontrarte sólo percibes un sinsabor constante. Sin saber el por qué, me siento desganada cuando vuelvo a saber de ti. Preguntándome en qué me pude equivocar, si es que acaso me dio tiempo. Quizás todo pase al igual que todo llegó, sin darme cuenta, un buen día sin más. Pero mientras, aquí estoy, en espera, en mi estado predeterminado. Buscando palabras donde sólo hallo silencio. 

Y mentiría si dijera que no me siento sola, que no necesito a nadie más. Porque una vez que saboreas la compañía, sabes que su falta dejará un vacío. Y no hay mayor miedo que ser consciente de esa ausencia, imaginando que pueda no ser la única persona que se marche, se aleje o que, simplemente, se canse. Desgraciadamente, un miedo de esos que sólo mata lentamente por dentro.

Ni siquiera lloro con lágrimas, evitando enjuagar cualquier tipo de pensamiento, haciéndome ver con claridad que ni siquiera soy capaz de refugiarme en alguien más. Quizás me encuentre carente de fortaleza, de paciencia y de seguridad. Una debilidad que aún estoy a tiempo de fulminar, hasta que llegue ese día en el que sólo tenga tiempo de preocuparme de algo más que no sean mis propios miedos, y cuyo compromiso será para toda la vida. Un algo que con el tiempo será alguien, un ser que espero, que aún no tiene su lugar conmigo, pero que, tarde o temprano, llegará.

Como todo lo que tenga que llegar en esta vida.


Sortilegio

viernes, 16 de septiembre de 2011

No quiero callar lo que gritan mis ojos, mientras veo cómo te marchas, mientras velo tu ausencia, esa que atraviesa la calma de mis noches. Escucho el sonido de mi alma, oigo todo aquello que me descubre de ti, y me embarga una indolente esperanza que me repite cómo el día menos pensado volveremos a ese mar del paraíso. Porque todos tenemos el mar, todo un océano del tiempo en el que ni siquiera un naufragio logrará despeinarme tus "te quiero". Y, por si las dudas, frente a él haremos inventario de esos besos que aún no llegaron. Juntos, dejaremos de pensar para ser una palabra en el agua, viviendo los sueños que un día desvivimos.

Ése es mi sortilegio.

Mientras quede por decir una palabra

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Los girasoles de papel miran hacia otro lado, en el pequeño cuarto donde ayer hicimos el amor le dan la espalda al sol. Y vivo sin vivir en mí y muero cada hora que se escapa sin saber de ti. Lo siento tanto, tanto amor, que me duele el corazón.


Podría decirse que es un día de tantos. De esos tantos que nunca creí que fueran para mí. Interiormente, es posible que me haya reencontrado conmigo misma, y al hacerlo, te encontré esperándome en un rincón. Quiero escribir algo que ya te había dedicado tiempo antes, y ya en su día leído por ti. Sin embargo, con otro continente, pero con ese mismo contenido. Porque lo que realmente importa va más allá de todo ello, vive en los buenos momentos, al igual que sabe superar los malos. Lo que es ciertamente relevante es lo que simbolizan estas líneas, lo que se siente en el interior. Porque allí donde quieras, donde imagines estar, allí estarás, allí estaremos. Y todo es tan cierto ahora como cuando fue escrito. Ése es el verdadero significado de todo esto. Porque lo somos nosotros.


Mientras quede por decir una palabra,
Mientras quede una mirada para mí,
Mientras puedas regalarme una sonrisa,
No, mi vida, no me pienso rendir.

Mientras quede por cumplir una promesa,
Mientras quede una razón para reír,
Mientras quede en el tintero algún poema,
Estaremos a tiempo de seguir.

Y es que si me miras a los ojos
Ves lo más bonito que hay en mí,
Un reflejo de ti...
Un reflejo de ti...
Un reflejo de ti...
Bajo esta luna de abril.

Mientras quede algún secreto entre nosotros,
Mientras quede un beso para ir a dormir,
Mientras tengas dos cepillos en el vaso,
Compañero, hay mucho por vivir.

Y es que si me miras a los ojos
Ves lo más bonito que hay en mí,
Un reflejo de ti...
Un reflejo de ti...
Un reflejo de ti...
 
Y es que si me miras a los ojos
Tú ves lo más bonito que hay en mí,
Un reflejo de ti...
Un reflejo de ti...
Cuando te conocí...
Cuando te conocí...
Bajo otra luna de abril.

Ódiame

domingo, 4 de septiembre de 2011

¿Sabes? Me he cansado de todos los pájaros que rondan en mi cabeza, esos que no me dejan escuchar más allá. Porque hace meses lo descubrí, y estos días lo confirmé: todo el daño que surge a mi alrededor se me olvida al verte.

Sin pretender ser ostentosa, he de confesarte mi odio. El odiarte por quererte aún más que cuando empecé a unir estas letras. Mi odio porque incluso amarte ya me sabe a poco.

Hoy lo comprendí. Todo esto es lo que quiero, sin que me importen esos pájaros. Ya se cansarán de chillar y piar en una cabeza tan pequeña como la mía.

Porque esta es la vida que sueño. Y porque sé que nadie entendería esta maraña de sentimientos enredados entre tus manos y mi rostro...

...Salvo nosotros.

By WO Designs. Con la tecnología de Blogger.