Me dedicaste el espacio
y fracasaste en tu
cordura
sabiendo nada más que
vivir
siempre es estar a solas
con la muerte,
con
las palabras que abandonamos.
Te gustará estar en su
piel,
será
la última vez que quieras jugar.
¿Dónde uno se encuentra bien?
¿Cómo es el corazón de los hombres?
¿Dónde uno se encuentra bien?
¿Cómo es el corazón de los hombres?
Una paz liberada
entre rincones violentos.
Aún tengo tantas dudas
que
las tuyas me buscan.
Era tan fácil,
que lo supimos muy tarde.
La duda de que el
presente sea improbable
como esta extraña patria
que me acompaña,
en
una luz que me oprime.
Tú que rompes por mí,
no hace falta tanto
esfuerzo.
Estás hoy tan lejos de
aquí,
que
a veces pienso que nunca te encontré.
Extraña tierra ya
perdida,
¿crees en ti?
Entre tantas esquinas,
sin dobles sentidos
que
nadie te comprende.
Acomodada, sabida de
memoria.
Con más muerte que
historia.
Tan semejante a la vida.
Tan absurdo,
tan afortunado,
que no deja de doler.