Feliz 2016

jueves, 31 de diciembre de 2015

A veces es complicado describir con palabras los momentos y sensaciones vividas a lo largo de todo un año. Hoy es ese buen día en que te levantas, haces balance y te das cuenta de que es hoy, de que es el día en el que la noria vuelve al comienzo. Hace algunos meses que dijimos que comenzaríamos una nueva etapa, que pondríamos nuevas metas, que alcanzaríamos nuevos objetivos, que dejaríamos de hacer aquello y que empezaríamos hacer esto otro. Hace tan solo doce meses que nos propusimos dejar 2014 atrás y afrontar un 2015 con la única esperanza de que fuera un poco mejor que el anterior. Algunos con ilusiones renovadas, otros con miedos aún latentes, y más de uno con ganas de renovarse o morir. Nos propusimos no volver a caer con esa piedra en la que tropezamos, nos propusimos retomar aquello que abandonamos por miedo a fracasar. Tal vez decidimos demasiadas cosas; algunas las conseguimos, otras fueron más allá de lo que sabíamos que podíamos alcanzar, y hoy, al echar la vista atrás, me doy cuenta de que ya ha pasado un año más.

Ha sido un año de reafirmación, de esfuerzo y de gratas recompensas. Reafirmación y esfuerzo en una decisión arriesgada pero de la que aún hoy pienso que ha sido una de las mejores que he tomado a lo largo de mi vida. Una de las recompensas más importantes ha sido disfrutar de una compañía libre e inspiradora, haciendo que el día a día sea más llevadero, y provocando que los meses pasen tan rápido como si fuesen días. Gracias a los que me apoyan día a día, a las que han seguido ahí un año más, a esas personas que he encontrado en esta nueva etapa y a aquellas con las que quiero seguir hasta el final. Porque pocas personas son para toda la vida, pero cuando las encuentras, algo te dice que es así. Me quedo con lo bueno de todo un año para afrontar el siguiente con más ganas. Un año de vértigo en el que pronto cumpliré un cuarto de siglo.

Tenemos la oportunidad de aprovechar los trescientos sesenta y seis días que tenemos aún por delante. Volveremos a reír, a equivocarnos, a no cumplir lo que el año anterior también nos propusimos, pero también a intentar ser felices y a aprovechar cada momento que se nos presente. Por esa lista de propósitos que nunca cumpliremos y por esos deseos que a partir de esta noche intentaremos alcanzar. 

Feliz 2016.

Que seas feliz, porque puedes y quieres estarlo, y no porque sea un día señalado en el calendario.



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