Estos días están siendo muy complicados. No sólo por el evidente estrés de un trimestre que ya se marcha, sino también por pequeñas cosas y detalles imprevistas.
No te esperas enterarte de verdades que casi siempre duelen. Saber que el tiempo que ha pasado ha sido más fructífero que el futuro inmediato es una realidad para mí.
Sigo estando echa un lío, tirando para adelante como siempre, aunque cada día y cada semana cueste más. Eso no se lo imagina la inmensa mayoría de los que me rodean, y más vale que sigan ignorando. Para muchos puede parecer lo contrario, pero nunca he perseguido dar lástima.
Me da igual lo que opinen, yo sigo adelante con lo que me importa,, aunque lo que me importa no sea importante para ellos.
Sigo luchando en esta selva, sigo esperando que todo acabe dando sus frutos. Sigo esperando.
Como diría una conocida muy apañada, es mejor errar en la teoría que luego fracasar en la práctica. Para que esté completo, ese sería el resultado de una retocada ley de Murphy: conseguirás lo dificil y fracasarás en lo fácil.
Aplicándome el cuento, olvidarlo todo sería tan sencillo que soy incapaz.
Me queda el consuelo de que me encuentro con las fuerzas suficientes para seguir, aquellas que no hace mucho tiempo me faltaban. Puede que en el fondo me esté haciendo daño, pero lo que no me mata me hace más fuerte. Aunque sus ojos me estén matando.