Si le preguntáramos a cualquier persona qué ve ella en una foto de instituto, seguramente diría que un montón de mesas y sillas.
Y lo es. Pero para mí significa mucho más. Esa foto no sólo representa un aula más, sino sensaciones, sentimientos, palabras y relaciones vividas a lo largo de numerosos meses. Dentro se viven alegrías, llantos, momentos inolvidables, tanto buenos como malos... amigos ganados, a veces perdidos, e incluso enemigos... pero siempre personas que pasan por tu vida, simple hecho que hace que queden en tu memoria para siempre.
Y lo es. Pero para mí significa mucho más. Esa foto no sólo representa un aula más, sino sensaciones, sentimientos, palabras y relaciones vividas a lo largo de numerosos meses. Dentro se viven alegrías, llantos, momentos inolvidables, tanto buenos como malos... amigos ganados, a veces perdidos, e incluso enemigos... pero siempre personas que pasan por tu vida, simple hecho que hace que queden en tu memoria para siempre.
En algunas de esas personas, hay algo dentro de ellas que captas al poco tiempo, o a veces al instante, que esa persona tiene ganado tu corazón; no sabes qué es ese algo, pero lo sientes. Algo que se le puede llamar sentimiento, una verdadera amistad que surge a medida que pasan los días, semanas, meses… rodeados de cuatro paredes.
Poco a poco notas que cada día te sientes mejor, que cada día tienes más ganas de vivir gracias a ellas, que dentro de esas cuatro paredes te hacen sentir que no estás solo y que ellas siempre estarán ahí. Y algo te dice que hasta el fin de tus días.
Cuando ellas se van, te arrancan una parte de ti... y ese algo se va con ellas; cómo duele la distancia si no están... Por eso quieres aprovechar cada palabra, cada abrazo, cada beso, o simplemente cada mirada; vuestra confianza hace que valga más que la más hermosa palabra que podáis deciros.
Parece increíble que llegue un momento en el que no quieras dejar de estar en esas cuatro paredes, que sean como tu segunda casa y los que allí están sean tu segunda familia. En ese instante, nace una verdadera amistad. Nace un sentimiento. Tan grande y en sólo cuatro paredes...